miércoles, 27 de febrero de 2013

Generalidades Óseas



El tejido óseo es una forma de tejido conjuntivo, que se caracteriza porque su sustancia fundamental, está impregnada de sales cálcicas. El cuerpo humano adulto cuenta con 206 huesos, sin contar los huesos suturales del cráneo ni los huesos sesamoideos. Cada hueso cumple una función establecida, determinada según su ubicación en el cuerpo. Por ejemplo: Los huesos de las extremidades inferiores tienen funciones locomotoras, los de las extremidades superiores tienen funciones de compresión, los del cráneo y el tórax tienen funciones de protección y los de la columna vertebral, como soporte o sostén. Los huesos según su forma se denominan principalmente como:


Ø LARGOS: Son aquellos huesos donde predomina la longitud sobre el espesor y la amplitud. Ejemplo: Fémur, Húmero…
Ø CORTOS: Son aquellos huesos de volumen restringido y cuyos 3 ejes (ancho, largo y espesor) son semejantes. Ejemplo: Carpos, Tarsos…
Ø PLANOS: Son aquellos huesos donde predomina la amplitud y relativamente la longitud. Su espesor es reducido. Ejemplos: Esternón, costillas, escápulas…

Pueden distinguirse además:

Ø NEUMÁTICOS: Son aquellos huesos que presentan cavidades rellenas de aire. Según sus dimensiones reducidas o ampliadas pueden clasificarse en Celdas o Senos, respectivamente. Ejemplos: Etmoides, Esfenoides…
Ø SESAMOIDEOS: Son aquellos huesos de reducidas dimensiones, redondeados y además, planos (razón por la cuál deriva su nombre.- Semilla de Sésamo). Pueden ser inconstantes. Ejemplo: Rótula… (los demás son de presencia inconstantes).
Ø IRREGULARES: Son aquellos huesos de formas complejas, con superficies pequeñas, planas y surcadas por escotaduras o crestas. Ejemplo: Vértebras y relativos a la calavera…

.- SUPERFICIE Y CONFIGURACIÓN INTERNA Y GENERAL DE LOS HUESOS.

En la superficie de los huesos, existen irregularidades propias del hueso referido, estás cualidades únicas se pueden distinguir como: Eminencias (Articulares o extra-articulares) y Cavidades (Celdas, senos, depresiones, incisuras, forámenes…)

EMINENCIAS

Articulares: son regulares, con la cabeza del húmero y los cóndilos del fémur.

Extra-Articulares: irregulares, variables y rugosas. Se les denomina apófisis, espinas o tuberosidades y están destinadas a las inserciones musculares o ligamentosas.

CAVIDADES.

Articulares: Son depresiones esferoidales, elipsoidales o cupuliformes que encajan en la saliente del hueso articular.

No articulares:
o Inserción: Aquellas articulaciones donde llegan los músculos.
o Recepción: Aquellas articulaciones por donde pasan tendones, arterias, venas y nervios.
oAmpliación: Son aquellas articulaciones compuestas por divertículos celdas o senos intraóseos.

La configuración interna de los huesos (en adultos) están constituidas básicamente por dos (2) porciones al corte, estás son:

HUESO COMPACTO: Capa periférica y continua, protectora del hueso esponjoso.

HUESO ESPONJOSO O TRABECULAR: Serie de laminillas con espacios delimitados y comunicados entre sí, ocupados por la médula ósea.

MÉDULA ÓSEA: .- Según: Histología de Ulrich. Edit. Panamericana, (2009). Es un tipo de tejido que se encuentra en el interior de los huesos largos, vértebras, costillas, esternón, huesos del cráneo, cintura escapular y pelvis. Todas las células sanguíneas derivan de una sola célula madre hematopoyética pluripotencial ubicada en la médula ósea. La médula ósea se encuentra dividida de la siguiente manera:

La médula ósea roja, que ocupa el tejido esponjoso de los huesos planos, como el esternón, las vértebras, la pelvis y las costillas; es la que tiene la función hematopoyética.

La médula ósea amarilla, que es tejido adiposo y se localiza en los canales medulares de los huesos largos.

Como toda estructura anatómica, los huesos (específicamente los huesos largos) están comprendidos a su vez por unas delimitaciones o divisiones para comprender mejor su configuración general. Además de las configuraciones internas antes mencionadas (hueso compacto y esponjoso), se suman a estás, las siguientes demarcaciones:

  • EPÍFISIS: (no confundir con la glándula exocrina con el mismo nombre). Son cada uno de los extremos de los huesos largos, separado del cuerpo del hueso por la metáfisis. Se divide en epífisis proximal y epífisis distal.
  • METÁFISIS: Son cada una de las zonas cartilaginosas ubicadas entre la epífisis y la diáfisis. La osificación progresiva de la metáfisis produce el crecimiento del hueso en longitud.
  • DIÁFISIS: Cuerpo o parte media de los huesos largos. En la diáfisis se encuentra la cavidad medular, lugar donde reposa la médula ósea.
  • LÍNEA EPIFISIARIA: Es aquella línea visible que delimita la epífisis de la metáfisis.

.- FORÁMENES NUTRICIOS Y CONDUCTOS DE TRANSMISIÓN.

En la superficie de los huesos se presentan numerosos orificios, denominados forámenes nutricios, que se profundizan como canales nutricios o de vascularización. Según sus dimensiones se le clasifica en tres (3) órdenes:

Ø FORÁMENES NUTRICIOS DE PRIMER ORDEN: Pertenecen a la diáfisis de los huesos largos y a las caras de los huesos planos. Por ellos transitan los vasos principales del hueso que se dirigen al canal medular, donde terminan.
Ø FORÁMENES NUTRICIOS DE SEGUNDO ORDEN: Se les encuentra en las epífisis de los huesos largos, en los bordes angulares de los huesos planos y en las superficies no articulares de los huesos cortos.
Ø FORÁMENES NUTRICIOS DE TERCER ORDEN: Son los más pequeños. Se hallan en todas las superficies no articulares de los huesos. Se pueden contar hasta 50 por mm².

Algunos huesos están perforados por unos orificios que se denominan conductos de transmisión (también llamados forámenes por ser orificios óseos), encargados de comunicar una de las caras del hueso, con su cara opuesta. Un ejemplo de conducto de transmisión, es el foramen magno del hueso occipital del cráneo (llamado magno por ser grande o estar fuera de lo común), ya que en él se aloja la transición del bulbo raquídeo con la médula espinal, que pasa del cráneo al conducto vertebral. Otros orificios son muchos más pequeños, como el foramen espinoso del hueso esfenoides, atravesado por la arteria meníngea media. Estos orificios son particularmente numerosos en las paredes de las cavidades cerradas y, por su intermedio, esas cavidades se comunican con el exterior.